UNA MARIPOSA CON LAS ALAS ENSANGRENTADAS

REVIEW
T.O: Una farfalla con le ali insanguinate
Dir.: Duccio Tessari
Año: 1971
País: Italia
Música: Gianni Ferrio
Cast: Helmut Berger, Ida Galli (Evelyn Stewart) , Silvano Tranquilli, Giancarlo Sbragia, Wendy D'Olive, Gunter Stoll, Carole André, Anna Zinnemann, Lorella De Luca, Dana Ghia, Wolfgang Preiss, Federica Tessari, Pietro Ceccarelli, Giuseppe Marrocco

REVIEW
“El pasado no existe porque ya ha trascurrido. El futuro no existe porque debe llegar todavía. Existe sólo el presente, pero puede componerse de pasado y de futuro si existe un punto de encuentro”. Con esta cita comienza “Una mariposa con las alas ensangrentadas”, una película de Duccio Tessari que se enmarca dentro del género giallo, tan de moda en Italia a comienzos de los años setenta, teniendo en su título el guiño del nombre de un animal, una mariposa, que no es otra cosa, sino un hermoso broche que lo lleva Françoise Pigaut, una chica francesa (Carole André), estudiante de música, que queda impregnado de sangre cuando es apuñalada con cinco navajazos en un bosque. Al caer muerta entre las hojas secas, deja un disco de vinilo, la Sinfonía n. 1 de Peter Tchaikovsky, que será el motivo musical que Gianni Ferrio utilizará para hacer luego unas variaciones cromáticas sobre música pop.
El crimen es descubierto por dos chiquillas que van al colegio (una de ellas es Federica Tessari, la hija del director) y la investigación corre a cargo del Inspector Berardi (Silvano Tranquilli), que como todos los jefes de policía, tiene su particular neurosis, en este caso siempre se queja a su ayudante cuando le sirve el café, que si está frío, que si está ardiendo, etc… y no se lo toma! Las sospechas recaen sobre Alessandro Marchi (Giancarlo Sbragia) un presentador televisivo que tiene una relación amorosa en Bérgamo con Marta Clerici (Lorella de Luca), una mujer de dudosa moralidad que le proporciona chicas para que las fotografie desnudas.
Su abogado Giulio Cordaro (Günther Stoll) no consigue demostrar su inocencia y Marchi ingresa en prisión, aunque al letrado le viene muy bien porque es amante de su mujer Maria Marchi (Ida Galli), mientras que su hija Sarah (Wendy D’Olive) ha encontrado por casualidad y se ha enamorado de Giorgio (Helmut Berger), un joven inconformista, rico, perteneciente a la nobleza aunque enfrentado con los de su clase social, y que es el novio de la chica asesinada, a quien todavía ama y no puede olvidar. Dos mujeres, una prostituta y una baby sitter, son también asesinadas a puñaladas, por lo que se cree que el asesino todavía anda suelto y Alessandro Marchi es puesto en libertad, sin embargo…
La idea está basada en Edgar Wallace, y el guión es del propio Duccio Tessari junto con Gianfranco Clerici, quienes agradecen a la Jefatura Científica de la Policía su ayuda prestada en el rodaje, cuyos exteriores fueron filmados en Bérgamo y en las afueras de Milán.
El eterno papel de aristócrata atormentado lo hace Helmut Berger, que compone un personaje con altos y bajos y cuyo mejor momento es la escena de sexo donde cambia de registro en un rostro que va desde el placer hasta el odio en un mismo plano.
Y como siempre destaca la presencia impagable de la guapísima Ida Galli, firmando como Evelyn Stewart, cuyo estilizado cuerpo es convenientemente masajeado y acariciado en unas escenas inéditas en la versión española, y que con esta película volvería a reencontrarse con Giancarlo Sbragia desde que rodaran juntos en 1963 “La caída de Roma” de Antonio Margheriti.
También está estupenda Lorella de Luca, y la podemos disfrutar en ese tiempo donde la mujer tiene una primavera de madurez y empieza a florecer su belleza, que resplandece todavía más. Puede haber algunos peros, quizás en el desenlace final, aunque la gran narrativa de Tessari hace que su fábrica de sueños nos siga fascinando una y otra vez para los que seguimos siendo sus admiradores. 
Review by Antonio Domínguez

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